Son una familia de virus muy extensa que pueden causar enfermedades tanto a humanos como animales. El tipo de coronavirus que estamos viviendo como pandemia en la actualidad se llama COVID-19 y afecta únicamente a las personas. Las infecciones principales del coronavirus son de tipo respiratorio que van desde un resfriado común a enfermedades respiratorias más graves. El COVID-19 es una enfermedad infecciosa desconocida antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.

Según la Organización Mundial de la Salud “Los síntomas más comunes de la COVID-19 son fiebre, cansancio y tos seca“.  Algunos pacientes pueden presentar otros síntomas como dolores o molestias, dolor de cabeza, pérdida del sentido del gusto u olfato, dolor de garganta, diarrea o conjuntivitis. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de ingresar en hospital, ni recurrir a tratamientos especiales.

Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica.

La técnica de referencia utilizada para detectar el virus COVID-19 es la PCR. Este método permite detectar un fragmento del material genético de un patógeno o microorganismo por pequeño que sea, así pues este test es capaz de detectar estadios iniciales de la enfermedad.

Existen otros test como la ELISA, y el kit de Imunocromatografía que detectan los anticuerpos producidos por el sistema inmunológico de la persona. Existen dos tipos de inmunoglobulinas, las IgA/IgM que aparecen para combatir la infección sobre el día 5 después de los síntomas y las IgG que tiene una duración de por vida y son las que brindan protección frente a la enfermedad.

El procedimiento para la recogida de la muestra depende del tipo de test que quieras realizar.

En el caso del test de la PCR, la muestra se toma mediante un exudado nasofaríngeo y/o orofaríngeo por personal cualificado en tu casa o en las instalaciones de tu empresa.

Esto se hace mediante hisopo nasal, el cual es introducido en el orificio nasal, y se rota varias veces para que la toma de la muestra sea correcta.

Después de su recogida, nuestro personal se encargará de que las muestras lleguen al laboratorio lo antes posible y en perfectas condiciones.

En el caso de los test de anticuerpos (ELISA y kit de inmunocromatografía), la muestra se toma mediante extracción sanguínea capilar. Esto se hace por medio de un pequeño pinchazo en la yema del dedo corazón.

Test positivo: Indica que en el momento de la toma de la muestra hay presencia del virus COVID-19. Detecta estadios tempranos de la infección e indica que está en fase activa y tiene un alto nivel de contagio. Se recomienda mantener aislamiento social durante dos semanas y monitorización clínica. Se recomienda repetir el test en dos semanas y realizar también el test ELISA para determinar si la persona ha quedado inmunizada.

Resultado negativo: Indica que en el momento de la toma de la muestra no existe presencia del virus COVID-19. Se recomienda realizar el test de anticuerpos IgA/IgM e IgG por si la persona pudiera haber pasado la enfermedad y haber quedado inmunizada.

Falsos positivos o negativos: en algunos casos, el deterioro de la muestra o la contaminación podrán alterar los resultados. En tal caso se recomendaría realizar nuevamente el test.

El resultado negativo en una de las pruebas significa que en el momento de recogida de la muestra la persona no tenÍa infección por COVID-19. Eso no significa que esta misma persona pueda contagiarse desde ese momento en adelante, por lo que se recomienda repetir los test cada cierto tiempo.